Crédito de la foto: Netflix, artística promocional de la serie.
Retomando el deporte nacional en tiempos de restricciones, voy a continuar la saga de revisiones de series. En este caso, Lupin, distribuida por Netflix.
Y sí. Assane Diop, personaje de ficción interpretado por Omar Sy, que se inspira en la saga del escritor Maurice Leblanc (1864-1941) y contemporáneo de Sir Arthur Conan Doyle, más conocido por el Archi famoso Sherlock Holmes, pero amado por mi persona desde muy pequeño por “El mundo perdido”. Es un personaje que se mueve entre el bien y el mal, con el fin del vengar la injusta acusación de robo contra su padre, que deviene en su suicidio en la cárcel, de parte de Hubert Pellegrini, un millonario sin escrúpulos y también sumamente inteligente. Un difícil rival para Diop, con el cual juega un complicado ajedrez de estrategias e intrigas, que son los que realmente le ponen condimento a la historia.
Assane Diop. El simulador de Paris
Para llevar a cabo su venganza, Diop suele planificar meticulosamente sus movimientos, con tanta sofisticación, que no hace más que recordar a Santos, el cerebro de los entrañables Simuladores. Tanto, que Netflix no lo dejó pasar para promocionar la segunda parte de la primera temporada.
El punto es que Lupin está tan buena, que se me acabaron los diez capítulos en un día, y la recomiendo como un indispensable para quedarse pegado a la tele estos días de frío, o cualquier otro también.
¿La buena noticia? Que @CheNetflix ya colocó la mágica leyenda esta serie tendrá continuación. Algo que me deja realmente feliz, dado que es una de esas series que inspiran. Como los simuladores ¿Se animará Netflix a traerlos de nuevo a la pantalla? Ojalá que sí, mientras tanto, espero ansioso el regreso de Lupin.